blink-182 - España 2012 (Barcelona)

INFO
Fecha: Jueves, 19 de Julio, 2012
Ciudad: BARCELONA
Lugar: Sant Jordi Club
Precio Entradas:  38€
Capacidad: 4.620 (Sold Out)
Apertura de Puertas: 19.30h
Teloneros: The All-American Rejects


SETLIST
Feeling This
Up All Night
The Rock Show
What's My Age Again?
Down
I Miss You
Wishing Well 
Dumpweed
Always
Violence
After Midnight
First Date
Blow Job
Heart's All Gone
Man Overboard
Ghost on the Dance Floor
Fuck a Dog
All the Small Things
Josie

Encore:
Can a Drummer Get Some? (Solo de Batería de Travis)
Carousel
Dammit
Family Reunion


CURIOSIDADES
- Se colgó el cartel de Sold Out.
- Al final de Ghost on the Dacefloor Mark canto parte del tema 'Baby' de Justin Bieber
- Tom dijo en Español: "Mis huevos son calientes como mi abuelito"
- Mark dijo en Español: "Hola me llamo es Mark"
- Se coreo el nombre de Travis entre el publico y Mark y Tom le hicieron hablar por el micro, dijo: "¿?"
- Tom se fue levantando una bandera catalana

CRÓNICAS

Punkisdemierda.com - Leer Crónica Completa
Los californianos blink-182 llenaron ayer el Sant Jordi Club para deleite de los fans más mainstream (esos que luego, de camino a casa, escucharon a Shakira o Manel en el iPod) y gozo moderado, o automoderado, de los seguidores con más veteranía en ese vasto y extraño mundo llamado 'punk rock'. La diferencia, además de la naturaleza de las pasiones que levanta el grupo, presentes y puras en unos, pasadas y controvertidas en otros, radica en la valoración de la técnica más allá del puro espectáculo de color de los megahits de la pasada década, como All the Small Things o What's My Age Again, que llevaron al trío liderado por Tom DeLonge a ser parodiados en Los Simpson.
Nadie puede decir que no estaba prevenido. O sí lo puede decir, pero no será por falta de pruebas. Es sabido que el directo de blink-182 no es precisamente esplendoroso, a pesar de la monstruosa técnica individual del batería, Travis Barker, sin duda de los más talentosos de su generación. Tom DeLonge consigue, con su absoluta incapacidad e impotencia vocal y su incomprensible manera de adaptar los acordes de guitarra al directo, destrozar un tema tras otro hasta la exasperación de los más exigentes; situación únicamente salvada por el calibre de los temas más esperados.
Y el concierto en Barcelona no fue excepción. Cabe antes destacar la prescindible actuación de The All-American Rejects, que abrió el concierto. Prescindible por exhibir un comportamiento absolutamente adolescente, bochornoso a juicio de cualquiera que tenga más de veinte primaveras, y para la mayoría de los demás. Una actuación más recordada por bromas fáciles sobre quitarse los pantalones y los gritos histéricos de las menores de edad que cumplían con el target de la organización, el colectivo U18 que por sus temas más exitosos, que también los tienen. Por cierto, actuación en parte omitida por muchos de forma obligada, por tener que hacer una terrorífica cola ante la incompetencia de la organización, que abrió puertas poco antes del comienzo de la actuación de los teloneros.
Llegó el momento de la aparición del trío que, a principios de la década pasada, consiguió relegar a Green Day al bochornoso papel de telonero, bochornoso para una banda de tal tamaño, y lo hizo con Feeling This como apertura. La elección de un tema de su álbum homónimo de 2003 ya dejaba entrever las intenciones de Tom, Mark y Travis. El concierto, de apenas hora y cuarto, destacó más por la colección de temas de aquel controvertido álbum de hace nueve años y del nuevo, publicado el año pasado y el primero tras su vuelta a los escenarios en 2009, que no por la que pudo ser una lluvia de clásicos de aquel ya lejano Dude Ranch de 1997 y el archiconocido Enema of the State de dos años después. Si bien por supuesto sus éxitos más recordados de aquél álbum sonaron y fueron celebrados por todo lo alto, el público fue obligado a consumir diversas mediocridades musicales una tras otra, como Down, Up All Night o Man Overboard. El aburrimiento llegó a hacer mella en el respetable con la ejecución de la lentísima y anodina Ghost on the Dancefloor, aunque la entrega de una horda de jóvenes con ganas de revivir la adolescencia recuperó pronto el ánimo general. En conjunto, la combinación de temas más prescindibles con los más esperados, como, además de los citados al principio, I Miss You, The Rock Show o Dumpweed, generó una cierta sensación de desespero, solo calmada por las ganas que quince años sin pisar suelo español generan en la enorme mayoría del público, sediento de vivir el éxtasis colectivo.
Sin duda, el momento más célebre para los viejos rockeros del público llegó en el bis. Tras un espectacular a la par que prescindible solo de batería de cinco minutos de Travis Barker, sobre una especie de base de rap y electrónica progresiva, acompañado de un estallido de luz y color, que, en conjunto, desorientó y aturdió a los menos avezados a dichos géneros, llegó el turno de recuperar dos de los mayores clásicos antiguos de la banda: Carousel, de su primer larga duración, Cheshire Cat, seguido de Damnit, probablemente el tema más recordado de aquél disco de 1997.
Con su particular costumbre de hacer broma entre tema y tema, e intercalar también temas de broma de poca duración, tales como Blow Job o Fuck a Dog, cerraron el concierto con otro pseudo-tema, Family Reunion, tras el cual se quedaron con todos los asistentes anunciando un big finish que no existió. Más o menos, buena metáfora del que fue el paso de los californianos por Barcelona. Que res podría resumir en: Gracias por hacernos revivir años pretéritos, pero con uno basta. Enlace
Portalternativo.com - Leer Crónica Completa
Ciertas dudas asaltaban a quien esto escribe sobre el regreso de Blink 182 anunciada hace un par de años y solidificada con un álbum, “Neighborhoods”, editado el pasado año, que seguía la senda que empezaron a recorrer en su autotitulado disco de 2003: piezas más sopesadas, reflexivas, lejanas de aquel punk melódico de letras gamberras (o directamente infantiles). Y es que el trío californiano ha madurado: ya no son aquellos chavales liberados de responsabilidad que se dedicaban a vivir la vida y cantar sobre ello.. Ahora Tom DeLonge, Mark Hoppus y Travis Barker son padres de familia y, como Hoppus asegura en el interesantísimo documental “The Other F Word”, ya no se siente cómodo cantando sobre hacerse pajas. Lo llamaremos madurez...
Pero claro, no nos engañemos: el trío se hizo famoso por sus canciones de punk melódico, un vídeo hábilmente vendido por la MTV y una portada protagonizada por la bella (por aquellos tiempos) Janine Lindemulder. Y cambiar esa percepción de banda juerguista es complicado pero lo intentan. Su setlist equilibra temas de sus dos vertientes aunque, y conociendo sus actuales inclinaciones, parece lógico que las canciones más “serias” tengan un papel tan importante en sus actuales selecciones musicales.
Otra duda que podía presentarse era saber qué tal se llevan DeLonge, Hoppus y Barker, sobre todo tras aquella separación no del todo amistosa. Lo cierto es que su interacción sobre el escenario parece aclarar que las heridas se han restañado y las bromas y sonrisas así lo atestiguan. También logran trasladar su humor al público con un DeLonge haciendo sus pinitos en español explicando que su padre tiene unos huevos grandes y deliciosos.
Con eso solventado, solo quedaba por ver/escuchar qué tal su directo: no sería justo ensañarse tampoco ya que la acústica del Sant Jordi Club nunca ayuda y son pocas las bandas que logran obtener un sonido decente del anexo del pabellón diseñado por el japonés Arata Isozaki. Como decimos pues, si bien no es música celestial, el trío se apaña. Aunque si hay alguien que destaca ese es Travis Barker: su manejo y maestría con las baquetas deja en simples aprendices a Hoppus y DeLonge. El batería hace mucho más que la típica base “arre caballo arre” típica del punk melódico, se gusta y demuestra que está en la élite de los baterías del rock moderno. El público (gran entrada, dicho sea de paso) también lo reconoció y coreó su nombre tras “Down” (si bien a la banda le costó identificar que gritaban “Travis”, cosas de la pronunciación). Incluso la propia banda sabe de la preponderancia de Barker y dejan que toque uno de los temas de su disco en solitario en los bises.
Y ya que mencionamos al público: como es lógico, reaccionó con mayor regocijo ante clásicos como “What’s My Age Again”, “Man Overboard”, “The Rock Show” o “All The Small Things”. Lo menos lógico es que para pedir los bises se dedique a corear el “Seven Nation Army” de The White Stripes. Supongo que será la influencia del fútbol, donde ahora está de moda rescatar este tema de 2003...
Lo que está claro es que por mucho que los años pasen y quieran virar a otro sonido, el trío va a tener que seguir tirando de sus clásicos para no perder afluencia a sus conciertos porque, a fin de cuentas, ello ha servido para llevarles a donde están. Así que entre “Feeling This” y “I Miss You” siempre habrá un “Dammit” y un “First Date”. Por la cuenta que les trae y por mucho que quieran madurar. Enlace

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